Desde La Colaga os damos un Consejo de Cuadra
Su función les permite luego pacer tranquilamente junto a lo que momentos antes les aterrorizaba. Es su forma de superar el estrés agudo que el miedo transforma en reacción biológica normal, que potencia y pone a punto las capacidades de defensa que en los caballos se manifiesta esencialmente mediante la huída. El resultado es el equilibrio emocional, la salud mental, y por supuesto, la pérdida de temor, que es nuestro objetivó principal.
No puedo dejar pasar la observación de lo que normalmente hace el humano ante el intento de exploración de las características de la fuente de temor, es azuzar al caballo. Lo hace justamente cuando está tratando de eliminar el temor, por sus propios medios. Se le ve asomarse, olfatear y tal vez rascar el suelo de la trampa o de remolque, y entonces se le presiona para que entre. Es evidente la nefasta acción, que lo único que consigue es confirmar la peligrosidad del remolque, pues lo asocia a la coerción, incrementando su rechazo y por lo tanto su determinación a no entrar.
Es indudable que esto es lo que ha ocurrido en estos y en la mayoría de los casos similares relacionados con el temor, pues como ya lo advertía Jenofonte hace 1300 años: » el caballo asociará el dolor que experimenta con la fuente de temor, y por lo tanto, lejos de perderlo, se incrementará «. Está claro que esta es una de las razones por la que muchos caballos no suben a los remolques.¿ Pero, además, no se nos ocurre que esto mismo esté pasando en muchos problemas que no son de remolque?
Lo mismo hicimos con Sajustjake, pero con mucha más suavidad. Su temor era manifiesto, seguramente por ser un recuerdo tan fresco. Fue necesario solicitarle que se acercara y luego solicitarle que subiera con mucho tacto y grandes refuerzos positivos, que como bien lo sabe la gente de MNC, consisten en procurarle inmovilidad y aceptación social ( caricias y voz suave). Pero había un factor que sólo surgió cuando le empecé a pedir mediante el ronzal que se dirigiera hacia el adentro del remolque. Tenía una reacción exagerada a la mínima presión del ramal hacia adelante. Era de esperar, porque es el caballo que se había caído de espaldas apenas un día antes, cuando tiraban del ramal para hacerle subir.
Este es un error cometido muy frecuentemente, pues el humano, obedeciendo a sus propias tendencias instintivas, trata de subirlo como sí tirará de un bulto al que hay que arrastrar al interior. He encontrado testimonios de barbaridades en las que varias personas tiran del ronzal para forzarlo a entrar y otras peores en las que se les tira con un tractor o con un 4 x 4 con una cuerda larga que se saca por el frente del remolque. Pero nunca había escuchado un despropósito mayor que el de los remolques con un malacate eléctrico, montado para tirar cómodamente del caballo con un mando a distancia.
La confianza le vino a Sajustjake al percibir que no se el tiraba de adelante y que se le hacía sentir muy vienen cuanto hacía cualquier esfuerzo para dominar el temor. ¿Pero cómo conseguimos el impulso necesario para que un caballo suba, si no es tirando del ramal hacia adelante?
Todo impulso hacia adelante debe venir de atrás y todo impulso para retroceder debe venir de adelante, así que sí no podemos arrear nosotros mismos desde atrás, vale la pena que alguien que sepa lo que hace nos ayude. En esta labor es muy útil una bolsa de plástico atada en una fusta, de esta manera podemos graduar la presión mediante la distancia, frecuencia y energía en las sacudidas de la bolsa. La otra ventaja es que no hace falta tocar al caballo, porque es una presión psicológica, no física.
3. En pocos minutos Winston y Sajustjake entraban y salían del remolque sin problema, mientras que Fa lo hacía aún mejor, pues su reticencia se limitaba al camión.
Así que nos concentramos en Fa, dejando que se insensibilizara a sí mismo inspeccionando la peligrosa rampa por la que tendría que subir. Si lo intentaba con desconfianza o precipitadamente podía caer y lastimarse nuevamente, una vez más se ponía a prueba al MNC como la mejor forma de conseguir que los caballos hagan lo que se les pide voluntariamente, completamente tranquilos, relajados y sabiendo lo que tienen que hacer, por complicado que esto sea. Una vez establecido el liderazgo, las condiciones del caballo son: comprender, saber y poder hacer lo que se les pide, sin perder de vista que el temor les incapacita, y por tanto, entran en el renglón del » no puedo».
Al cabo de pocos minutos, Fa emprendía sus primeros intentos que al principio sólo eran de subir las manos a la rampa para luego bajar inmediatamente. Era un gran avance, considerando que unos minutos antes ni siquiera se enfilaba hacia la rampa. Muy pronto empezó a subir por completo al camión.
Se había conseguido una vez más, como indefectiblemente ocurre desde hace más de 18 años con el MNC, el objetivo planeado y con total éxito. Nuevamente se había logrado curar a los tres caballos, en este caso del SEPT, contra-condicionándolos completamente a las acciones que tratan de eludir por el temor causado por un trauma adquirido como consecuencia de un manejo inadecuado.
RESULTADO
WINSTON: ¡No me lo puedo creer! Es asombroso el cambio de actitud de Winston, que llegó a casa sin sudar, completamente tranquilo. Lo bajé y lo volví a subir cuatro veces sin problema alguno.
SAJUSTJAKE : El resultado no pudo ser mejor, en menos de 10 minutos entró tranquilo en el remolque y sin resistencia. Mi sensación fue de asombro y de alegría por el resultado. No volveré a tirar del ramal para subirlo, bastará con decirle que lo haga.
FA: Sólo fueron necesarios 20 minutos para que Fa subiera perfectamente al camión, con tranquilidad y seguridad, a pesar del grado de dificultad de la maniobra y del mal recuerdo.
RECOMENDACIONES
1.- No embarcar al caballo por la fuerza y la intimidación, ni tirar con energía del ronzal, éste sólo debe insinuar nuestros deseos de que suba, el impulso debe venir de atrás.
2.- Nunca presionar cuando el caballo está explorando.
3.- Nunca presionar cuando el caballo está subiendo o haciendo esfuerzos por hacelo, sólo hay que dejar que lo haga.
4.- Nunca impedir que baje, aún en el caso de que ya esté arriba por completo.
5.- No cerrar la puerta hasta que hayan pasado dos minutos sin que el quiera bajar ( esto durante el aprendizaje ).
6.- Nunca atar antes de cerrar la puerta y nunca abrirla puerta con él atado.
7.- Nunca considerar que la finalidad es subirlo, la finalidad es conseguir que suba siempre que se le piday no una, sino todas las veces.
8.- Cuidar al extremo la ayuda que siempre espontáneamente para embarcar, sólo hay que permitirlo a quien sabe lo que está haciendo con MNC. Considerar que generalmente se tratará de alguien que sugiere cualquier forma del procedimiento tradicional y eso empeorará las cosas, aún cuando el caballo finalmente suba. Esto se podrá comprobar la próxima vez que se le pida subir.
9.- Sólo emplear la comida ocasionalmente cuando se pretenda incrementar el bienestar del caballo arriba del transporte y nunca como un soborno o condición para que lo haga. No crear el hábito de recibir comida arriba del remolque.
10.- No conducir el vehículo como sí no se llevará caballo. Calcular entre el 50% y el 100% de tiempo adicional del recorrido, según el tipo de carretera. Hay que valerse de una vídeocámara de circuito cerrado para vigilar al caballo durante el trayecto, o en su defecto, recurrir a la receta ranchera de una copa del mejor coñac en el salpicadero, justo sobre el costoso reproductor de DVD y el último modelo de GPS. Cuidaremos al extremo que alguna gota se derrame e indirectamente estaremos velando por el bienestar del caballo.