Desde La Colaga os damos un consejo de Manejo.
Algo a lo que hay que acostumbrar a los potros desde su más tierna infancia es a dejarse frotar todas las partes de su cuerpo. Por regla general, muchos caballos tienen cosquilas en ciertas partes, como por ejemplo en los ijares o las ingles. Si les acostumbramos de pequeños, no habrá problema si de mayores en algun momento, por ejemplo hay que ordeñar a una yegua o tomarle la temperatura a una caballo introduciéndole el termómetro en el ano.
Para ver en un potro mayor o caballo adulto lo quisquilloso o no que puede ser, desde una zona segura, por ejemplo desde el otro lado de un vallado y aprovechando que el animal este comiendo, sin avisarle, pero sin asustarle, alargaremos la mano en intentaremos tocarle el ijar. Idealmente, el animal, no debería inmutarse, pero si cocea o se molesta es que todavía necesita que lo acostumbremos con más entrenamiento.