Hace días que en La Colaga queríamos estrenar un nuevo prado, sembrado con mimo para los caballos de salto que tenemos. Es un prado con todas las semillas necesarias para la correcta nutrición del caballo de salto y con la superficie suficiente para su descanso. Y cuando pensamos en qué caballo lo estrenaría, me dije, «como no, la Alegría», pero no quería dejar solo en mis recuerdos ese momento. Por eso un buen cliente y amigo, Jorge Martin, excepcional fotógrafo, entre otras de sus cualidades, me ofreció hacer una fotos para la posteridad, que hoy tengo el gusto de compratir con todos vosotros.